viernes, 1 de diciembre de 2017

"Elementos del psicoanálisis" Capítulo 5






Capítulo 5

Comienza el análisis clínico del elemento abstracto que llamó I. Para eso enumera los seis propósitos con los que un analista puede decidir hablar. Intenta discernir cuales funciones se cumplen al psicoanalizar y desde ellas estudia el pensar.
I.                   Elige la toma de decisiones como un elemento del psicoanálisis.
II.                Esta comprende seis propósitos o usos para los cuales el analista decide intervenir, en lugar de seguir pensando. Equivalen a las funciones del yo. El analista ejerce esas seis funciones sobre la masa del material que se le presenta, modificándola cuando la investiga.
III.             Llama eje sistemático al conjunto de los usos dentro de los cuales deben poder clasificarse todas las intervenciones del analista.

I.   La toma de decisiones

Para encontrar los elementos en las realizaciones, dada la naturaleza de su investigación, Bion emplea el verbo "pensar" como un sinónimo de psicoanalizar, por lo tanto, va a deducir qué cosa es "pensar" a partir de los enunciados de los psicoanalistas, a partir de qué hacen ellos con las ideas.
En el capítulo anterior destacó lo desolador que es intervenir. Callar y pensar puede ser difícil, pero tomar la decisión de hablar es desolador. El flujo del río de su mente se detiene y ve una y otra vez un patrón constante.
La toma de decisiones consiste entonces en la descripción de las funciones que Bion emprende para comenzar a desplegar en la clínica el elemento abstracto que en el primer capítulo llamó I. Sobre el analista recae constantemente la decisión de intervenir o no. Eso promueve en él componentes de soledad e introspección. El paso desde el pensamiento a la acción trae como consecuencia un influjo sobre el ambiente, el paciente.  Sobre éste recae una exigencia similar para intervenir con asociaciones, tiene que tomar su propia decisión, también en soledad, teniendo en cuenta su introspección.
Tomada la decisión, el sentimiento de soledad es mayor, porque está sujeto a formular sus intervenciones de acuerdo a criterios científicos. Debe hablar como individuo, no como un miembro en el grupo de dos personas.
Encuentra que tiene un determinado número de interpretaciones con características similares y debe elegir cuál entre ellas es correcta. Bion observa que las interpretaciones que conforman la literatura psicoanalítica tienen algo en común: son teorías sostenidas por el analista acerca de cuáles modelos y teorías tiene el paciente sobre él. En este momento pensaba que las interpretaciones del analista son teorías o modelos que se proponen y a veces logran producir un efecto terapéutico. Después consideró que el fin del análisis es la investigación para hacer aportes a las otras disciplinas sociales.
Reflexiona sobre sus propias interpretaciones y las de la literatura psicoanalítica. Muestra que se usan pocas teorías y además que todas sus intervenciones se pueden agrupar en 6 categorías. Las teorías son: la teoría del complejo de Edipo y la de la transferencia. Las intervenciones son múltiples, pero pueden agruparse en esas seis categorías, según su función: pensar y el desarrollo del pensar, su crecimiento. Su rumbo está marcado por las funciones del yo; con seis subclases que permiten la adaptación a la realidad. 

II.      Los usos:


I.             Definición
Tiene la forma de “Esto que Vd. está experimentando ahora es lo que, en mi opinión y en la de la mayor parte de la gente, se llama depresión. En tanto se trata de una definición, su contenido no debe ser contradictorio. Sólo puede ser criticada en el sentido de sus cualidades primarias. La precisión de la definición se limita a la acepción generalizada, vulgar. El punto es que, en tanto definitoria, sólo afirma que el fenómeno presente es uno y lo va a llamar así. Hoy estamos hablando de algo, que la gente llamaría depresión. La precisión surgirá de la investigación, en la medida que se desplieguen todas las funciones y se pueda pensar y aprender en la experiencia.
Como todos los elementos, tiene una función que se ejerce sobre la masa de material de la sesión para poder pensarla. Esta función sería lo que nos ocupa ahora. La función del yo que entra en juego es el lenguaje verbal. Conviene tener una palabra para compartir con sentido común. El analista parte desde el término con que sus predecesores han denominado el problema que quiere estudiar.
En "Experiencias en grupos" hay un ejemplo interesante que muestra que todas las partes del trabajo implican dificultades y esfuerzos para superarlas. Las masas tienen una inercia importante y las personas que las componen de algún modo se deshacen del doloroso trabajo de pensar. Prefieren no hacerlo y seguir a un líder, que piense y trabaje por ellos. Una ilusión pueril.
Una mujer propone que cada individuo del grupo sea invocado por su nombre de pila[1] y la propuesta parece una medida adecuada, porque, si las personas reunidas iban a estudiar el influjo que la participación en un grupo ejercía sobre sus neurosis, no era superfluo que se invocasen de alguna manera entre sí. Sin embargo, por ser una propuesta de trabajo de un individuo, trae aparejados más de un inconveniente y no puede cumplirse.
"Hipótesis definitoria" tiene cierta afinidad conceptual con la columna 4 y terminológica con la hilera F. Esta última también incluye en su nombre la palabra "hipótesis", pero con otro adjetivo. Las hipótesis científicas (F) son más complejas. Son hipótesis, ahora científicas, que forman parte de un sistema teórico deductivo e implican un grado de sofisticación que requiere un largo desarrollo.
Ha elegido como ejemplo la depresión, el mismo tema del que se ocupa Wisdom. La elección no es casual porque hasta el capítulo ocho, para simplificar sus exposiciones acerca de la tabla, Bion habla sólo de situaciones donde la facultad de referencia está conservada en el paciente, para después pasar al terreno donde hizo sus principales aportes clínicos.

II. 2.     Represión, y
En la columna 2 se incluyen las formulaciones que dan por conocida una situación desconocida para evitar un peligro mayor. Por ejemplo, como veremos más adelante (capítulo XI), con un paciente que tiene un trastorno del pensamiento, Bion interpreta que (el paciente) prefería tener una relación indirecta con el analista, mediante una hermana analítica, en lugar de una directa. También que vivía al analista como una hermana. Veremos que todas estas interpretaciones son erróneas, porque cae en la trampa que le pone el paciente, quien le cuenta que soñó algo que alucinó. Está ante una oportunidad muy buena para afirmar, que las repeticiones y los errores forman una parte importante de cualquier tratamiento psicoanalítico.
Formulaciones de este tipo quedan incluidas dentro de la contratransferencia y ésta se define entonces como algún proceder del analista, que comete un error por motivos inconcientes. El analista puede usar entonces una teoría como una barrera que lo aparte de lo desconocido. "Barrera" adquiere aquí una acepción que se asemeja al término "barrera de contacto", pero en este caso el fin es la intención de mantener aparte lo desconocido y por eso peligroso. Esa es la función. Una situación se reprime, no se nombra y otra aparece sustituyéndola, a pesar de ser falsa.
Los analistas pueden analizarse todo lo que deseen, pero nunca existe una terminación exhaustiva que impida cometer errores de este tipo (Freud 1937). 
La terminología de este artículo alude constantemente a la del "Proyecto". Si el analista está por catectizar una neurona, que está incluida en el tren asociativo que el pensamiento crítico señala oportuno recorrer, pero esa neurona está facilitada con una neurona llave, optará por eludirla y apuntar a otra que no desencadene displacer. "En lugar de complicarnos la vida enfrentando la angustia que nos despierta lo desconocido, sigamos hablando de lo mismo, sigamos por los desvíos habituales", tal es el signo de este uso.
Esta es esta una función necesaria para pensar. Espontáneamente creeríamos que no, pero forma parte del arsenal. Es una vicisitud frecuente e inevitable, que tiene que ser tenida en cuenta. Es decir: los psicoanalistas pensamos así, con la columna 2 incluida y eso es significativo. Un analista nunca puede tener todo el análisis que sería de desear y por lo tanto va a entender en los pacientes, hasta donde entendió en sí mismo. Bion exige a los analistas ir más allá de sus propios análisis. Es decir que un analista debe partir del psicoanálisis como le fue legado y es condición necesaria que lo modifique. Un físico que investiga fenómenos físicos conmueve a la física con sus descubrimientos. El cambio catastrófico que promueve podrá ser más o menos importante, pero debe conmover. 
La barrera se manifiesta en la sesión como resistencias que funcionan como señales de angustia. Las interpretaciones provocadas por la contratransferencia deben ser tenidas en cuenta en el procedimiento habitual de los psicoanalistas para pensar y surgen ante la resistencia que tiene el analista a aceptar fenómenos diferentes de los que ya conoce. Y es una función que forma parte del pensar, que es imposible sin ella. Al investigar se llega a una frontera desde la que partimos para encontrar lo desconocido yx: estar en K.

II. 3     Notación    
El analista intenta tener con el paciente una notación en común. Le propone tener en cuenta tales y cuales experiencias, que tuvieron lugar. La notación es algo que se les hace a las experiencias emocionales de la sesión, una función. No quedan igual que antes, después de recordarlas. Es distinta de la primera columna porque el analista no le pone un nombre a una cosa presente hoy, sino que se anotan, tanto las experiencias que están ocurriendo, como las que acontecieron antes, para que se tengan en cuenta varias experiencias emocionales. Por supuesto para hacerlo formula una representación de ellas. La función del yo es la notación o memoria. La memoria parece corresponder al pasado y también al presente, que en cuanto se menciona, pasa a ser pasado inmediato. El analista acumula representaciones de varias experiencias emocionales, para después poder estudiar cuáles le parecen significativas, porque se repiten.

II. 4:      La atención                               
Las interpretaciones de este grupo siguen el cliché “Me gustaría llamarle la atención sobre...” Representan un sistema deductivo científico hasta donde un sistema así se puede expresar en términos coloquiales. Es decir que constituyen una observación científica, que difiere de la propuesta de Bion para el segundo elemento, porque el analista elige un hecho nuevo, tal como Poincaré describe. Estas intervenciones ejercen una función que se parece a la anterior, en tanto con ambas el analista busca tener en común con el paciente una experiencia enfocada y ambas (3 y 4) son representaciones para la experiencia de la cual se originan, que es un momento de la neurosis de transferencia[2]. Ambas describen experiencias, para lo cual el analista selecciona algunos de sus componentes y los verbaliza. Pero, a diferencia de la notación, con el énfasis puesto en la última parte de la oración freudiana esperando una situación.   La atención según Freud detecta hechos, por si es necesario volver a recurrir a ellos, en caso de que una urgente necesidad de los mismos se presente después. Esta idea es fundamental para la noción de preconcepción que Bion desarrollará.
El analista se decide a intervenir para señalar qué conviene "hacer" (paciente y analista) para poder pensar las experiencias emocionales en el tratamiento. Propone una hipótesis científica: "Esto es una experiencia depresiva", pero esta vez no se limita a ponerle un nombre corriente, porque no se trata de una experiencia que el común de la gente conoce, sino de algo nuevo que corresponde a lo que entre ellos dos sucede. También invita al paciente a que esté preparado para encontrar experiencias semejantes, aunque diferentes, que tengan elementos en común. El paciente intenta varias veces reparar algo que arruinó en un juego o un sueño. El analista hace esto con un fin ulterior, que es que el paciente mejore simplemente por conocer las experiencias que describen. La mejoría obedece a que se moviliza el aprendizaje a partir de la experiencia desde donde quedó estancado (fijado).
Por lo tanto, lo que recalca la interpretación en (4) es la aparición de un fenómeno nuevo que es sobresaliente, por estar conformado por elementos constantemente unidos en las repeticiones, que convendrá tener en cuenta más adelante. En ese sentido es que la atención actúa como una pre-concepción, porque existen realizaciones aún desconocidas, que van a satisfacer después el núcleo de semejanza entre las experiencias que se están enfocando ahora en esta interpretación, que aparecerán cuando se indague (5) el sistema de creencias.
Las interpretaciones de la columna 4 son semejantes a las de la columna 5, pero más pasivas y receptivas, tal como se espera del ejercicio de una función materna similar a la reverie. “Pasiva y receptiva” son cualidades distintivas. Si fuese activa, la atención estaría buscando algo que ya se conoce, siendo pasiva denota la expectativa de algo desconocido hasta el momento en que se lo encuentra. Si tomamos como ejemplo el que propuso Bion para este capítulo (la depresión), la reparación debe ser una novedad en el proceso, no debe haber aparecido antes en el tratamiento. "Receptiva" tiene que ver con que se trata de un fenómeno epistemológico y no lógico. Está relacionado con la intuición y pertenece a la estética (Kant). Implica la captación de algo (una idea nueva entre las experiencias emocionales que importan) y no las relaciones lógicas que mantienen las distintas ideas entre sí, como en las teorías o en el uso de la columna 5. Allí, en un sistema de creencias las ideas se relacionan lógicamente.
La correspondencia entre columna 4 y "reverie" proviene del hecho de que se abstrae algo de la experiencia y por lo tanto se aísla; algo que pasa a operar como pre-concepción para nuevas realizaciones que puedan tener lugar.  Esta función es central para que surjan hallazgos en K y representa a la función que ejerce la curiosidad de la madre por su bebé para encontrar datos significativos y su ulterior desarrollo. Con relación a este uso, habría que definir dos acepciones para reverie.
1º.- Sería la creación de pensamientos en las primeras experiencias con la madre: allí está la "matriz" del significado.
2ª.- Esta acepción incluye el hallazgo de experiencias que puede encontrar un analista. Precisamente ésta es la función de la columna 4. Bion no se está refiriendo ahora a una experiencia primitiva, sino a qué hace un analista con un material convencional neurótico, un sueño, un síntoma histérico o cualquier otro, en el ejemplo, una fantasía depresiva.
Se trata de una formulación teórica tan precisa como el ejercicio de la clínica en las sesiones permita y por eso debemos poder diferenciarla de las formulaciones que no son teóricas. Estas últimas se refieren a aquello que es dicho sin mayor cuidado ni precisión, como en columna (1). La atención en cambio es teórica, cuando implica la descripción de algo que pertenece a un grupo de fenómenos semejantes y permite la discriminación de un hecho seleccionado (aquello que da coherencia y significado a los hechos ya conocidos, pero cuyas relaciones se ignoraban aún).
Un sistema teórico es un conjunto de hipótesis científicas relacionadas, que incluye premisas más generales, de las que las demás pueden deducirse.
Las relaciones lógicas rigen entre las hipótesis científicas dentro de los sistemas teóricos. Ante una creencia del paciente acerca de qué está haciendo el psicoanalista, el analista debe indagar en cual sistema de creencias vive este individuo, cuánto lo han forzado a regresar los conflictos edípicos o la posición depresiva.  Es necesario explorar cómo es el mundo donde el paciente cree que se mueve, de cuales hipótesis está compuesto, para poder comprender los malentendidos que existen entre él y el analista.
Los sistemas teóricos del psicoanálisis existen por fuera de la tabla, pero entran en juego cuando se la usa, tanto cuando uno reflexiona sobre los usos, como sobre las hileras. Existe una hilera F, para las hipótesis científicas y otra para los sistemas teóricos (G).
Resumiendo: la función específica de la columna 4 es la receptividad para el hecho seleccionado. Varios hechos, ya conocidos, se ven ahora relacionados entre sí y esa relación es la coherencia misma de la que surge la significación, que estaba antes, pero pensarla depende de un observador interesado q5ue espera que un pensamiento lo capture. Es inherente a las emociones que despierta un observador curioso y se produce entre él y lo observado: otro ser humano.

II.            5 indagación
Las interpretaciones en columna 5 pueden ser idénticas a las anteriores, pero se usan como teorías para investigar lo desconocido. El ejemplo más obvio es el empleo que hizo Freud del mito de Edipo, que lo llevó a construir la teoría psicoanalítica. Cuando algo no está suficientemente comprendido, el analista puede formular una interpretación buscando más material, por entonces desconocido, para comprender mejor las relaciones entre los objetos. Una vez que ha encontrado un hecho seleccionado, que constituye una hipótesis científica, el analista emprende una ulterior investigación, experimentando en las sesiones hasta que comprenda cómo se integra con otras dentro de un sistema teórico deductivo que explique la psicopatología que rige la sesión a la luz de las pocas teorías básicas. En un sueño buscará qué relación guardan entre sí los personajes. Si la personalidad está preocupada, si siente responsabilidad por la posición en que se encuentran acostados los padres en un tren, supondrá que el paciente está en posición depresiva. (Klein 1935)
Bion piensa que el mito que eligió Freud es extremadamente complejo y fructífero. Opina que Freud sólo utilizó algunos elementos del mismo, por eso dice que lo abstrajo de una manera posible. Hizo "una" abstracción: Edipo, Layo, Yocasta. Incesto, parricidio y castración son los elementos que Freud delimitó. Una vez que formuló la teoría, la usó con sus pacientes para investigar un universo hasta entonces desconocido. Pero después el mito sirvió para investigar muchas patologías más que las que Freud estudió cuando el mito le llamó la atención.
Existen impulsos a investigar en todos los hombres afirma Bion. Postula algo parecido al impulso epistemofílico de la Sra. Klein. Bion cree que la naturaleza humana incluye en su bagaje genético, algo que condiciona al hombre a convertirse en un animal político, que intercambia ideas con los otros individuos, acerca de las funciones que tiene cada uno en la sociedad[3]. La tendencia a no investigar surge de impulsos a vivir como un animal. Resulta de las defensas esquizo-paranoides que evitan el dolor depresivo y fuerzan el regreso a un estado filogenético tribal. Estos impulsos no están dirigidos a no investigar en general, sino a no investigar acerca de la propia personalidad, o sea el self y las relaciones que tienen sus partes con los objetos. No existen impulsos a no investigar sobre el ambiente, incluida la persona del analista. La personalidad del analista, tal como es imaginada por el paciente y no como es, en cambio, justamente es el único tema alrededor del cual versan inexorablemente las interpretaciones. 
La intención de búsqueda por parte del analista que indaga, en las interpretaciones en columna 5, quedará en evidencia de alguna manera (al margen de que la formulación de la interpretación pueda ser siempre la misma para todas las columnas) y el paciente la podrá captar, ya que Bion asegura que reaccionará en forma diferente ante una interpretación 5 que ante una 1, 2, 3 o 4. 
La columna 5 se parece al pensamiento crítico del Proyecto en la descripción de las intenciones, pero Bion acentúa sus cualidades cuando se la enfoca como un fenómeno grupal; entonces adquiere además las características típicas de la identificación proyectiva, tal como él mismo la describe. Es decir: es eficaz para mostrar la intención de investigar, si encuentra otra mente humana. Algo hace el analista (aunque él mismo no se dé cuenta de qué) cuando habla con intención 5, que se transmite al paciente y provoca en éste una respuesta diferente. Algo transmite que el analista es un individuo curioso, con ambiciones de entender, que encuentra alguna satisfacción en pensar.
Bion ha descrito fenómenos de este tipo desde el comienzo de su obra. Recordemos cómo reaccionaban los miembros de los grupos cuando el analista quería hacer lo que había prometido y con lo cual todos se habían mostrado de acuerdo. Sentían rechazo hacia él. No lo querían ya, como líder, y le decían que era un paranoico que hablaba siempre acerca de sí mismo. No hay ninguna dificultad en encontrar situaciones parecidas en los tratamientos individuales, cuando un paciente dice exactamente lo mismo: que el analista es una persona caprichosa que quiere relacionar todo consigo.
Tengamos en cuenta, que si el analista encontró como hecho seleccionado la existencia de una ansiedad de castración en un sueño (4), ahora debe investigar cómo están involucrados el paciente y él en medio del problema de la castración: al menos alguno de los dos tendrá que representar al nene, y otro a la madre. Alguno de ellos, u otro personaje, puede terciar como el padre, pero la interpretación, siempre le va a caer al paciente como un rectoscopio.   
El impulso a investigar del analista encuentra –a pesar de todo- también un eco favorable en un correspondiente impulso del individuo que el paciente es y eso crea el estímulo para la colaboración. Esta es la reacción del paciente neurótico. En términos grupales la situación correspondiente está en las participaciones de los individuos colaborando. Sin esto, lo anterior empalidece la reacción que corresponde a las resistencias de los pacientes. Estas abarcan desde las que describió Freud inicialmente, hasta las que provocan las ansiedades psicóticas de Klein y las del paciente psicótico de Bion.
La respuesta del paciente es más dramática a las interpretaciones del tipo 5. No tendría por qué tener una gran conmoción ante una intervención en la columna 1, que se limita a titular, con el nombre que la mayoría de las personas le pondrían al problema del cual se están ocupando.
En cambio, si la interpretación es columna 2, el paciente le hará saber al analista, en el mejor de los casos que está yendo por mal camino. Un analista comienza a analizar a su paciente, teniendo como fondo lo que ha aprendido en sus experiencias previas y desiste de usarlo, sólo si comprueba que sus interpretaciones no provocan crecimiento en el proceso. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta que no se puede descubrir lo desconocido, sino teniendo como trasfondo lo que se conoce ya.  En el peor de los casos un paciente dará la bienvenida a una interpretación del tipo 2, como ilustra el ejemplo de la reversión de la perspectiva.
Las interpretaciones tipo 3 crean pocos problemas, ya que sólo operan como un recordatorio y todavía no delatan el propósito con que se anota. Se puede anotar por anotar, para registrar en un libro de actas, o para proseguir la investigación.
Las interpretaciones 4 ya indican que el analista es un científico, porque encuentra hechos seleccionados, pero tampoco despiertan gran reacción, porque el paciente puede creer que lo están tratando como a un colega que estudia geografía o algo así: psicoanálisis.
Los problemas surgen cuando el analista hace una interpretación en columna 5, como vimos, porque ahora queda claro que el analista quiere estudiar la personalidad del paciente en su interacción con él, en la transferencia, no sobre los hechos del mundo exterior. Klein (1957) tiene muchos ejemplos de esto en "Envidia y Gratitud", especialmente en el comienzo de la sesión del sueño del pescado y el anzuelo.  
Una función que se puede cumplir para pensar los pensamientos es entonces ésta: incluir los hechos seleccionados en sistemas deductivos científicos mediante la experiencia en el consultorio.
Esta columna corresponde a la función que Freud había llamado juicio. El analista no trata de discernir necesariamente una alucinación de una idea (aunque a veces ése puede ser el cometido, como es en el caso de la perspectiva revertida), sino de pensar cómo intervienen las formulaciones del paciente en la transferencia, qué significación tienen. El analista debe preguntarse si son un intercambio de ideas para investigar la situación edípica, mientras el paciente conserva simultáneamente la noción de que el analista es su analista y sólo en la fantasía participan de una escena primaria, porque puede ser que no, que el paciente piense que la interpretación no es parte de un intercambio científico, sino otra cosa. Los dichos del analista pueden tener diversas significaciones para el paciente. Pueden ser consideradas consejos, clases magistrales, órdenes, invitaciones sexuales, balas, jeringas extractoras de vida, etc.[4]
Este tipo de interpretación, si es exitosa, debe producir lo que Klein llamaba insight inconciente, pero no un salto en la elaboración. Permite aumentar la capacidad de exploración en una misma capa de las catáfilas de la cebolla. La elaboración queda para la siguiente columna (6). La 5 aumenta la comprensión de las reglas de un mismo sistema de creencias intrapsiquicas. No promueve un progreso al sistema de creencias más desarrollado.

II.         6 Acción                                                        
              La intención de una interpretación de la columna 6 es que la comunicación capacite al paciente para llevar a cabo soluciones para sus problemas de desarrollo. "Solucionar problemas del desarrollo" implica que el proceso psicoanalítico conforma la reedición de un desarrollo, que no fue normal originariamente, y ahora ofrece la chance de corregir segmentos del mismo. Con este uso, la interpretación del analista modifica su ambiente, que es la personalidad del paciente. Esta es una idea afín a la teoría que Klein tenía de curación, expuesta en "Envidia y gratitud", donde afirma que el análisis desarrolla el proceso de elaboración (working through) que Freud había descripto en "Recuerdo, repetición y elaboración".
Las demás formulaciones, de 1 a 5, no tienen la misma significación en cuanto a cambiar el ambiente, no producen un salto cualitativo en la de personalidad. Hablar desde columna 1 a 5 está más cerca de pensar que de actuar. 
Actuar tiene que ver con modificar la realidad en "Los dos principios del suceder psíquico". Bion describe así sólo a esta columna. De col 1 a 5 el analista puede llegar a comprender lo suficiente, como para predecir que un cambio va a ocurrir, entonces están dadas las condiciones para el mismo. El hecho seleccionado se encuentra en 4 y se investiga en 5. Cuando todas las hipótesis del sistema deductivo de creencias endopsíquico vigente se han conocido, tanto las metas, como los peligros de las interacciones mutuas, entonces el analista puede predecir que, luego de su interpretación, se producirá un cambio.
Dos ejemplos: El primero se refiere a una indagación de la posición depresiva y el segundo a una reparación del yo.
Primer ejemplo: Después de un largo trabajo en el análisis, el paciente A de "El mellizo imaginario" recupera la binocularidad, que Bion asimila a elaborar la posición depresiva. El paciente ya no teme, como antes, a sus mecanismos, ahora personifica[5]. Puede desplegar sus fantasías, sin correr riesgos de que acontezca un desastre. 
En este momento siente un peligro inminente diferente: La mamá, que en la transferencia es Bion, le reclama que venga a sesión con su parte potente, la que puede resolver sus problemas. Sus problemas consistían en curar a una muchacha[6], que padece infecciones venéreas provocadas por dos penes: 1°) el del paciente, que consultó por ideas obsesivas (anales) acerca de aplicar inyecciones contaminantes, que ahora se manifiestan en la transferencia y 2°) el de un oculista que representa a su padre. 
Debido al tratamiento, en este momento importan cuestiones genitales (ya no las anales), entonces la cura se va a efectuar con un coito reparador transferencial. Bion interpreta precozmente sus creencias, con lo que logra que las emociones permanezcan en la fantasía, sin perturbar la posibilidad de que el paciente colabore con él con adecuación. Su problema evolutivo, su responsabilidad es curar a su madre (la muchacha) y lo va a lograr, pensando sus sueños en las sesiones. Así la reparará.
Segundo ejemplo: En la sesión de "Diferenciación de la personalidad psicótica de la no psicótica", Bion ha venido explorando la identificación proyectiva de la atención.          Cuando aparece la asociación de los anteojos oscuros: Le dije que sentía su vista, los anteojos oscuros, como si fuesen una conciencia que lo castigaba, en parte por haberse deshecho de ellos para evitar el dolor, en parte porque los había usado para espiarme a mí y a sus padres.” Este es otro ejemplo de interpretación en columna 6. Después comenta cuánto llegó a comprender con respecto a los anteojos en relación con la escena primaria. Como considera exhaustiva su investigación de ese sistema de creencias, formula una interpretación que recoge varios de los elementos que lo componen. La respuesta es "Brillante interpretación". Esa frase del paciente indica que el cambio ya se ha efectuado; de no ser así, el paciente hubiese dicho: "Perfumada interpretación". Ha recuperado la vista, la atención.  Aconteció un cambio evolutivo, ahora el paciente ha reparado su yo (un problema de la posición esquizo-paranoide) y enfrentará durante el fin de semana los problemas de la posición depresiva.       
Una vez que se toma la decisión de intervenir en columna 6, se modifica la realidad que se investiga. Las interpretaciones tipo 5 permiten comprender un sistema de creencias intrapsiquicas, pero las del tipo 6 mudan al paciente a otro sistema de creencias.
Las consecuencias más dramáticas para la interpretación en columna 6 son para el analista. Es a él a quien lo asalta el sentimiento de soledad por la acción que la interpretación provoca. Ya no busca comprender más detalladamente la situación que comparte con su paciente, ahora sabe que ese sistema de creencias que le había permitido sentirse junto a su paciente (si el analista no sintiera en consonancia con el paciente, no podría comprenderlo) está condenado a la extinción. Sabe que se operará un cambio que es independiente de su voluntad.
La definición de acción que emplea Bion es sutil y diferente de la que empleaba Freud, en "Los dos principios del suceder psíquico", al menos aparentemente. Habría que profundizar qué quiere decir Freud en ese artículo tan oscuro. Bion comprende en común con su paciente y después ejecuta una acción, que no es parecida a las acciones específicas que describía Freud; si tomamos como referencia los modelos típicos del coito o la alimentación. La acción específica que Bion pone en juego, cuando interpreta, es la de promover el desarrollo. Cuando modifica el ambiente, lo que está haciendo parece una crianza, sólo parece. En la función (6), la acción específica es en K: investigar cambios en el desarrollo. 
       Bion trabaja también per via di levare. Si no, intervendría algún tipo de magia que sugestiona y la acción no es científica. Lo único que hace es desplegar en sus interpretaciones los “qué”, el “cómo” y los “por qué” de las experiencias emocionales, que ha venido investigando en 5. Así: “qué, cómo y por qué”, es como los llamaba en "Ataques al vínculo". En los términos de este libro, diríamos que describe: la personalidad en relación con sus objetos, las funciones que estos cumplen entre sí y los riesgos que corren, aclarando la lógica interna del sistema de creencias endo-psíquicas. 
Es una acción delicada, ignorante del resultado que sobrevendrá. A la vez no es caprichosa, porque el analista tiene libertad para elegir, pero el rango disponible está determinado por el vínculo que lo une a su paciente.
También puede ocurrir que el analista intente varias I.6 y que a veces se produzca el cambio y otras no. Pero llama la atención que Bion plantea la columna 6 como si el analista se propusiese, una vez que ha alcanzado suficiente conocimiento, producir un cambio. Predice que el cambio va a ocurrir, no lo desea. Como científico, está obligado por las circunstancias a provocar el cambio.

III.          El eje sistemático. I
Bion plantea que necesita pocas categorías para los usos. Su proyecto es construir la tabla y si eligiese muchos usos, tendría demasiados casilleros, mientras él pretende un número del orden de las decenas. Ese no es el motivo principal, tiene como base las funciones del yo[7].
El hecho de que insista en que la misma formulación puede ser empleada con todos los fines que llamó usos, parece contradecir lo que hemos comentado. Supusimos que una interpretación 1 es más sencilla que una 6 y no nos retractamos, porque en general debe ser así. Sin embargo, lo que dice el analista tiene valor en función de lo que han venido trabajando, antes, ambos. La situación es parecida a una declaración en el bridge. El valor de la declaración depende del contexto. "Un sin triunfo" –dicho de entrada- anuncia una mano muy fuerte, un desafío a los contrarios y un reclamo de colaboración al compañero, pero –como respuesta, si la declaración de su compañero lo obliga a hablar- puede ser una confesión de debilidad.  
Estas categorías que considera esquemáticas, se aplican a los usos para los que se destinan pensamientos (sueños o interpretaciones), formulados en palabras. El analista predominantemente piensa, tanto cuando calla, como cuando interpreta desde 1 a 5, después predominantemente actúa, en tanto espera un cambio (↓).
En el capítulo consideró un aspecto particular de lo que puede ser llamado pensamientos, que corresponde a los pensamientos después que han sido representados enunciados. Caracterizó a “I” según los usos para los que se las empleó. Hasta acá ha descripto el eje horizontal de la tabla; para seguir describirá el vertical que corresponde a una clasificación de las ideas, según su grado de sofisticación y a su exposición genética -la del grado de desarrollo- para después entrecruzar ambos ejes. Mientras que aquí, en los usos, no importa el tiempo porque está estudiando la toma de decisión para intervenir del analista o el paciente en una sesión cualquiera, en el capítulo siguiente va a estudiar el proceso y no una sesión y allí sí cuenta el tiempo. 

Un esbozo de los sistemas de creencias y sistemas teóricos
Nos ocuparemos de tres temas: partiremos de lo que Wisdom llama, en el artículo citado por Bion, los sistemas de creencias endopsíquicos. Pasando por lo que Bion llama las teorías psicoanalíticas; finalmente intentaremos mostrar cómo está constituido el árbol del sistema teórico y qué ubicación tienen en él las diferentes hipótesis científicas que conforman los sistemas deductivos científicos.   

A)   Los sistemas de creencias: Sabemos que los psicoanalistas hablan de las teorías que tiene el paciente acerca del analista. Teniendo en cuenta la teoría de la transferencia, el analista va a encarnar alguno de los personajes pertenecientes al sistema de creencias en que el paciente está fijado, según el cual, mantiene relaciones con su ambiente. Este sistema corresponde a una teoría sexual infantil, pero recordemos que dichas teorías evolucionan y son fruto de la investigación que el infante hace de la relación con sus padres. El paciente se manifiesta en la fantasía como un sobreviviente, que cree que en el mundo rigen todavía las transacciones con la moneda corriente que circulaba en el momento en que detuvo su investigación: quiénes intercambian, qué y cómo, integran el sistema de creencias. El psicoanálisis, para describir esas creencias, propone hipótesis científicas que pertenecen a un cuerpo teórico, cuya formulación de mayor nivel es la teoría del Complejo de Edipo.  Cuando el analista interpreta una teoría del paciente acerca del analista, tiene en cuenta, a su vez, estas teorías, estos sistemas deductivos científicos, que describen las creencias que el paciente tiene acerca de qué está haciendo el analista (cuáles funciones cumple).
Cuando encontramos una creencia del paciente, nos proponemos investigarla y descubrimos otras que se integran en un sistema deductivo, dentro del cual hay varias hipótesis. Si alguien quiere decir algo acerca de una hipotenusa, implica un universo compuesto por un ángulo recto, dos agudos, dos catetos y tres vértices, además de la hipotenusa. No existen en ese universo dos ángulos rectos ni ninguno obtuso. Si en cambio alguien se preocupa por la castración, se supone que existen personas con pene y otras sin pene y que hay agentes interesados en castrar. Es decir que el paciente cree que, dentro del consultorio, hay personajes interesados en cortar penes, y hay que determinar quiénes lo tienen, quien los corta y cómo se pueden perder, para comprender el sistema.
B) Las teorías psicoanalíticas
Las teorías del analista deben ser pocas y coinciden con todas las creencias del paciente. Sólo las creencias comunes a todos los individuos componen las teorías psicoanalíticas. Bion considera que la del complejo de Edipo es la más importante. Adoptemos una posición muy radical: Todas las interpretaciones que hace un psicoanalista deben estar incluidas en la teoría del complejo de Edipo (ampliada convenientemente). Entonces, una interpretación para ser tal, tiene que mostrar cómo está la escena primaria, la seducción y la castración, aunque estos tres componentes puedan estar desdibujados en la realización.       
Otras dos teorías que Bion sostiene pertenecen a Klein, son la de las posiciones y la de la identificación proyectiva. Esto tiene dos consecuencias inevitables. La primera es que eligió como elementos a ♀♂ y Ps « D. La segunda es que obliga al analista a concebir la situación edípica (la escena primaria, las interacciones de los participantes, incluido el superyó) cursando en una evolución regular a lo largo del tratamiento, desde versiones más tempranas a otras más sofisticadas que las superan y que son las que permiten reconstruir el desarrollo evolutivo del infante: posición esquizo-paranoide ® posición depresiva ® complejo de Edipo tardío. Esto imprime un peso enorme al trabajo en sesión a lo largo de los años y rara vez es tenido en cuenta entre nosotros, salvo por parte de algunos analistas kleinianos. A diferencia de Meltzer[8], Bion no cree que el curso del tratamiento sea regular, compuesto por etapas que se suceden necesariamente, sino que cada analista debe encontrar su camino en cada tratamiento.
Pero la teoría de las posiciones parecería oponer una dificultad para nuestra premisa inicial, por la que aceptamos a la teoría del complejo de Edipo como la de más alto nivel a la que deben subsumirse las demás, porque según Klein el complejo de Edipo aparece después de que la posición depresiva se supera. Pero la versión modificada del complejo de Edipo abarca el desarrollo del infante desde los estadios más tempranos y el problema descripto desaparece. 
La idea de la reparación supone la existencia de personajes sanos, que participan del complejo de Edipo. Estos son injuriados por ataques, que los convirtieron en enfermos, dañados o moribundos, pero conservan la esperanza de recuperarse. Por lo tanto, la teoría de la posición depresiva no es incompatible con la del complejo de Edipo, sólo requiere que se añadan algunos personajes a los clásicos (que según Wisdom estaban implícitos). La reparación es la función que llevaría a los personajes, de este mundo de la posición depresiva no superada, a transformarse en los del Edipo clásico.
Los personajes de la posición esquizo-paranoide se parecen poco a los del Edipo. Eso no impide que existan algunos que corresponden al self y otros a los objetos. Klein (1940) supone que la posición esquizo-paranoide es una etapa que se atraviesa, pero además es un estadio al que se regresa cuando se enfrentan las dificultades para resolver problemas (los de la posición depresiva y todos los que implican aprender por la experiencia). Bion supone momentos depresivos y escisiones que se alternan repetidamente desde el comienzo de la vida. La visión que el infante tiene del mapa del mundo, con él incluido, no es similar a la de la geometría de Euclides, ni tampoco a la que postula Klein con personajes en el mundo interno y otra de personajes del mundo externo que también tienen su propio mundo interno y un mapa del externo. Originariamente el mundo es fantástico, después se construye la realidad.
También podríamos utilizar las ideas de Bion acerca de los grupos de supuestos básicos para comprenderla y suponer a los pobladores y sus relaciones como precursores de los personajes y las emociones del Edipo, sobre los cuales se tienen que ejercer diversas funciones para que lleguen a ser los seres humanos del Edipo definitivo. Esta segunda forma no excluye a la primera, por el contrario, es otro enfoque que da por supuesto al anterior, pero permite observarlo con nuevos instrumentos.
 
C) El árbol de las hipótesis científicas
Tres niveles de omnipotencia:
Resulta más sencillo encontrar ejemplos de creencias endopsíquicas, que imaginar, una vez encontradas, cómo concibe Bion las teorías para indagarlas en el paciente y entonces formular interpretaciones, porque él no es explícito en cuanto a cuáles son las teorías que adopta, más allá de postulaciones muy generales. Estas teorías deben explicar los sistemas de creencias de los pacientes y seguramente siguen los lineamientos kleinianos. En el capítulo XI hay un ejemplo que implica una novedad, antes no mencionada, donde le interpreta a su paciente que “no entiende las interpretaciones”. Como sucede con los genios, es difícil encontrar discípulos que se le parezcan. Pienso que Hannna Segal y Betty Joseph lo logran en buena medida.
Para plasmarlos sumariamente, partamos de una interpretación parecida a la que él eligió como ejemplo para la dimensión del mito, "como si la niñera le fuese a pegar al nene porque se portó mal". Así, levemente modificada, puede servir como ejemplo para la descripción del paciente de "Diferenciación de la personalidad psicótica de la no psicótica", después de que hizo el lío con las monedas y el encendedor, ya que el paciente está preocupado por el desparramo que armó y cree que Bion no espera que un paciente haga ese tipo de desastres en el consultorio, sino que asocie como Dios manda. El paciente tiene una emoción asociada con la niñera, que guarda analogía con otro peligro más clásico y universal presente, tanto en las creencias endo-psíquicas, como en las teorías psicoanalíticas, un castigo. El prototipo del peligro es, en la teoría clásica del Edipo, la castración. Entonces podríamos pensar que la hipótesis científica psicoanalítica, apropiada para esta situación es esa: la amenaza de castración. Pero el elemento peligroso (o el objeto formado por elementos) que amenaza es la niñera. Bion podría representar en la sesión a alguna niñera que el paciente tuvo (como la nana del hombre de los Lobos), pero aquella niñera no es un hecho generalizable y no puede formar parte de una teoría psicoanalítica. Su lugar en la teoría debe corresponder a un objeto general. El objeto amenazador en la teoría freudiana es el padre, pero Klein propuso también a la madre para ejecutar esa función. En la sesión que estamos citando es la madre quien le podría sacar cosas de adentro tanto al paciente como al analista.
Cuando el analista interpreta, encontrando un hecho seleccionado, comienza una tarea que lo obliga a determinar cómo funciona ese fenómeno dentro del sistema de creencias endo-psíquicas del paciente, que no son generalizables. Para eso debe indagar el sistema de creencias, utilizando sistemas deductivos científicos, que tienen un lugar propio en el árbol de las teorías psicoanalíticas, donde se articula con los demás sistemas deductivos científicos, formando una red de hipótesis científicas lógicamente articuladas.
Entonces el grado de omnipotencia con la que actúan los personajes dentro de un sistema tendría un lugar central, porque las creencias del paciente no tienen por qué ser generalizables ni lógicas, si las comparamos con la lógica del sistema de hipótesis del analista. Pero sin embargo el sistema ha de tener alguna lógica interna, aunque esta incluya algún tipo de magia. Mientras tanto el sistema teórico del psicoanálisis tiene que funcionar necesariamente con la lógica de las ciencias, no puede funcionar omnipotentemente, sino proponer explicaciones regulares para la ocurrencia de fenómenos y contemplar las relaciones que guardan entre sí. 
Por ejemplo: Si un nene cree que las mujeres son hombres castrados, y cree además que es capaz de convencer a la madre para que tenga relaciones sexuales con él y escapar del padre, que se lo prohíbe, o destruirlo para luego, pasando sobre su cadáver, tener relaciones sexuales con la madre, entonces y sólo entonces tiene miedo a ser castrado y por lo tanto de ser convertido en una mujer.
La teoría del Edipo, ampliada ya por la del Edipo temprano de Klein, gracias al empleo de la Tabla y la nueva versión del Edipo de Bion (que nos impone encontrar primero la significación de los dichos y sólo después su significado) nos posibilita determinar en cuál, entre los varios sistemas de creencias posibles, se mueve el paciente, dando por descontado que esos sistemas se corresponden con los estadios evolutivos del desarrollo infantil.

I) El sistema de creencias tardío: Aquí el infante supone que la madre es una persona lozana y deseable, a quien se puede persuadir para tener relaciones sexuales, mediante argumentos o por la fuerza. Como Penélope, tiene muchos pretendientes, a los que no se les reconoce diferencias entre sí, a pesar de que Odiseo maneja el arco y la flecha como ningún otro. Los pretendientes son todos los varones, incluidos los que viven en la casa, o sea todos aquellos humanos que tienen pene. Entonces, para decidir quién se acuesta con ella, es necesaria una batalla entre los varones. Otro método, menos heroico (nada ausente de los mitos), sería actuar solapadamente, cuando el varón que la posee legalmente está distraído, como por ejemplo Paris[9]. Esta teoría del Edipo es tardía para los kleinianos y la ansiedad correspondiente sería una ansiedad neurótica, la de castración. Es un sistema de creencias muy elaborado, compatible con la formación de sueños al que Bion suele aludir como "rivalidad edípica".
Naturalmente pueden existir sistemas de creencias más o menos desarrollados concebibles como sub-etapas dentro del Edipo tardío; veamos algunas sin intentar ninguna precisión: a) La madre, de ninguna manera se va a acostar con un varón que no produzca semen y no la mantenga aportándole el confort que ella necesita. Entonces los únicos rivales del padre son los varones grandes y los nenes quedan descartados de la porfía. b) la madre se vende al que le dé más confort, incluido el placer sensual del coito, importándole muy poco el semen. c) La más sofisticada es la que se rige por la ley del incesto. Todas estas creencias son para Bion "rivalidad edípica".

II) El sistema de creencias intermedio: Este sistema corresponde precisamente al ejemplo que Bion propuso: la depresión y la ansiedad psicótica depresiva. La madre es una persona también aquí, pero está maltrecha. El problema con esta madre no es convencerla para que tenga relaciones sexuales (por el contrario, muchas veces las reclama, como se puede rastrear en los ejemplos de Bion de "Volviendo a pensar"), sino que ella no está bien. Se está muriendo o está muy enferma, la enfermedad la envejeció, a veces es contagiosa, por eso quiere tener relaciones sexuales, no por placer, sino por necesidad y no puede tener hijos. La prioridad es curarla. Pero además hay que hacer profilaxis constantemente para evitar que la vuelvan a enfermar, o peor aún que la maten. Existen muchos enemigos que quieren matarla. Tanto para curarla como para enfermarla interviene algún tipo de magia. Resumiendo: hay una madre enferma, muchos enemigos (padres hermanos y vecinos) y algunos magos, entre los que se cuenta el yo bueno que quiere curar a la mamá. Curarla es una tarea muy difícil, casi imposible, pero es imprescindible para llegar a la seguridad y a la felicidad. Importa mucho que tanto el instrumento de la cura como el agente de las injurias son muy parecidos, son todos penes.
Si bien estos son los personajes fundamentales, existen otros, como una mamá asexuada que le infunde esperanzas al self, pero bajo la condición de que sea muy puro y noble. También hay brujas de sexo incierto, pero son personajes originarios del sistema de creencias más primitivo, que sobrevivieron y siguen habitando también este territorio. En este nivel también los sueños son un modo habitual de expresar las emociones.

III) El sistema de creencias primitivo: Por fin debe haber un estadio en que no se pueda concebir siquiera una madre maltrecha. Seguramente podríamos dividir también esta fase en sub-estadios, pero bosquejemos sólo los grandes rasgos. Acá sólo existen seres animados, o lo que es lo mismo, no hay diferencias entre hombres y muebles. La diferencia no pasa por que nadie tenga intenciones, sino que todos las tienen, pero nadie tiene pasión. El modelo más accesible es una novela de terror o un dibujo animado. Una silla puede caminar y matar, por ejemplo. Los fantasmas -seres que no están ni muertos ni vivos- fueron estudiados por Klein tempranamente, por lo menos están descriptos en 1934 en el sueño del Sr. C (aunque este paciente está en el estadio que llamamos intermedio) y por ende Klein los debía conocer desde antes de esa fecha.
Pero la descripción que sirve de centro alrededor del cual giran las formulaciones de Bion para la etapa esquizo-paranoide está en l946. Perder la vida es el fenómeno que describe Klein a través del paciente que dice: "Entiendo eso que usted dice, pero no siento nada". Este es el modelo para estar muerto: no tener pasión. Un suicidio es eso, hacer algo para que deje de latir "el corazón". El procedimiento a emplear no es necesariamente, aunque puede ser, pegarse un tiro para que deje de funcionar el miocardio. Pueden usarse menos espectacularmente, pero con igual eficacia los mecanismos esquizoides.
Bion ya había desarrollado sus ideas acerca de cómo es este mundo en "Dinámica de grupos", y desde allí se propuso conmover al psicoanálisis con sus descubrimientos. Creo que el mundo en la posición esquizo-paranoide se debe parecer a los grupos de supuestos básicos, donde no hay pasión, aunque sí violencia. No se canta, ni se hace poesía, ni se convence a nadie razonando, ni siquiera se cura, aún con procedimientos primitivos, porque esta es una organización del grupo de trabajo. 
Pero debemos encontrar una traducción de los miembros de los grupos de supuestos básicos en términos infantiles para el grupo especial que es el psicoanálisis, bipersonal y con privacidad. Tenemos que precisar personajes con funciones y además emociones asociadas de tipo muy primitivo. Recordemos que no pueden existir representaciones, porque no hay desarrollo ni pensamiento. Como en los grupos, las cosas son lo que son. Entonces existen dos categorías fijas: los líderes que van adelante y los seguidores, que van detrás. Eso no se discute ni se piensa, es así. Si alguien no lo cree, este debe ser neutralizado, aislado o ignorado.
En los mitos los que se resisten a ser miembros obedientes del supuesto básico son expulsados hacia abajo. Los líderes y sus fieles seguidores están arriba y los individuos abajo, como queda claro en la torre de Babel y en la Caída. Arriba es un lugar, donde todo está bien, es el lugar de la seguridad, el estado perfecto que describe Melanie Klein en "El sentimiento de soledad", abajo existe siempre una comprensión imperfecta. Si alguien piensa, sufre de soledad, como la señora que sueña que está sola en la playa, con las gaviotas que sobrevuelan.
Los habitantes de arriba, Yahveh y algunos ángeles, saben todo, todo pueden, gozan todo, y destruyen a quien quiera llegar allí. Los que están abajo tratan de subir, pero no sólo se les impide, sino que les confunden sus lenguas, para que no puedan colaborar entre sí. El mito representa de este modo que el lenguaje verbal no rige en el funcionamiento en supuestos básicos entre los miembros y en el psicótico a menudo no está articulado y no se emplea en el intercambio con el analista. Dentro de un grupo de supuesto básico, todo parece estar resuelto, pero eso no es verdad por mucho tiempo. El hombre no es una cebra y por lo tanto no puede permanecer mucho tiempo en un supuesto básico como si fuese un animal pastando en la pradera. Surgen enseguida dos tipos de dificultades.
1ª serie de dificultades. Las inherentes al mismo supuesto:
Estas dependen de que algunos miembros pueden sentirse insatisfechos con su posición respecto del líder, porque no quedan suficientemente cerca de él. Estar junto al líder (el objeto idealizado) da mayor seguridad y los demás miembros son un estorbo por la voracidad. Además, para cada líder ocasional es muy difícil parecerse al objeto idealizado y si no logra cumplir con su rol omnipotente, debe ser reemplazado. El líder es además omnisciente. Un líder duradero debe ser muy loco, pero Bion opina que sujetos tan psicóticos son fáciles de encontrar.
2ª serie de dificultades. Las inherentes al surgimiento de colaboración entre los individuos. 
Los hombres tienen una desgracia o una gracia que no tienen aparentemente las demás especies. Pueden plantearse problemas acerca de ellos mismos. Antes bastaba saber quién era el líder y seguirlo, con esta novedad surge la desorientación. Ahora no saben nada, tienen una capacidad negativa, que debe ser desarrollada, pero para eso hace falta la esperanza de encontrar otro individuo con quien usar el método dialéctico, que requiere sentido común para crear un desarrollo científico, cosa que en el supuesto básico no existe.
Pero si trasladamos esto mismo al proceso psicoanalítico, los habitantes de la posición esquizo-paranoide tampoco han de ser humanos. En términos kleinianos son los contenidos del cuerpo de la madre. Por lo tanto, los personajes de esta etapa son: pechos que tienen toda la sabiduría, pero la dan cuando quieren y sólo a los puros. Pechos que se reservan la sabiduría por mezquindad. Pechos que se divierten entre ellos. Pechos que batallan contra los aspirantes a conseguir sus poderes, que son tenidos por nenes malos. Pechos que amamantan sólo hijos dilectos. Penes que se divierten con los pechos. Penes que se entretienen en fabricar sabiduría secreta con los pechos, pero no se la dan a quienes la necesitan. Penes-diablos enemigos de los pechos, rodeados de mujeres perdidas y lujuriosas. Angelitos bebés buenos que están junto al pecho bueno y ángeles malos que pelean junto al diablo. Ángeles lujuriosos que participan de fiestas dionisíacas con los penes y los pechos. Esta enumeración no pretende ser exhaustiva. 
Las metas son distintas según quien las sostenga. Serán unas para un miembro (los psicóticos que evaden la frustración) y otras para un individuo (paciente psicótico que intenta encontrar socios para un grupo de trabajo). Para un miembro lo principal es estar cerca del líder. Para el individuo es aprender, lo que lo lleva a cuestionar y enfrentarse al líder.
El peligro consiste en el exilio de la seguridad.
Acá no existen los sueños o se rompen en cuanto aparecen. Si aparece un sueño, se lo reconoce y se ataca al soñador. El objeto madre es precisamente el que fabrica esos sueños y por eso le interesa al infante como un ser humano, con capacidades de las que él carece. Un sueño es el hecho seleccionado que arranca al bebé de dentro del cuerpo de la madre. Klein mencionaba a la palabra “mamá” (fabricante de sueños) como aquella que ponía orden en la posición esquizo-paranoide.




[1] Nombre de pila alude al bautismo y, por lo tanto, a la religión católica.
[2] La memoria se refiere al pasado, la atención apunta al futuro.
[3]  José Luis Romero y Francisco Rodríguez Adrados (Democracia y literatura en la Atenas clásica) tienen una tesis semejante acerca de cómo, en la ciudad griega, la estructura democrática favoreció los argumentos de los ciudadanos en el ágora y permitió el desarrollo de las formas del arte contemporáneo (la retórica, el teatro), el desarrollo filosófico, el desarrollo de la ciencia y por extensión influyó decisivamente todo el pensamiento occidental.
[4] La supervisión es a la vez una práctica tan enriquecedora como incómoda. La finada y eximia analista, Elena Evelson, me dijo en dos ocasiones: “Eso no es una interpretación, es un piropo”, en la otra “usted no describe, aconseja”.
[5] Esto equivale a decir que sueña
[6] El paciente es médico.
[7] También tiene in mente el retículo de Elliot Jacques, que incluye seis pasos y describe el plan de acción de un investigador social, pero habría que compararlos detenidamente. Allí E.J. se plantea cómo un científico social desarrolla un trabajo dentro de una organización. Acá se trata de algo equivalente: un plan de trabajo del analista.

[8] Su obra “El proceso Psicoanalítico” es un desarrollo prolijo de Envidia y Gratitud, obra famosa por sus revolucionarias novedades teóricas, que además aporta hallazgos técnicos de enorme valor, que generalmente no se tienen en cuenta.
[9] Paris, había nacido con un presagio parecido a Edipo, iba a llevar a Príamo a la muerte, por lo cual el padre decidió mandarlo matar. El filicidio no se consuma. Ya mayor, debe elegir a la más bella entre las tres diosas: Hera, Palas y Afrodita, que intentan sobornarlo para ganar. Gana Afrodita, que promete a Helena como recompensa. Va entonces junto a Eneas a la corte de Menelao, quien debe ausentarse de su ciudad.  Paris aprovecha ese momento para seducir a Helena y la lleva a Troya, lo que desemboca en la guerra y muerte de su padre.

"Elementos del psicoanálisis" Capítulo 5

Capítulo 5 Comienza el análisis clínico del elemento abstracto que llamó I. Para eso enumera los seis propósitos con los que ...